Desde la detección de potenciales donantes hasta la ablación de órganos y tejidos y su posterior trasplante, el proceso de donación requiere de recursos materiales y humanos, de sincronización y trabajo en red entre hospitales, organismos provinciales, organismos nacionales, eventualmente jueces, líneas aéreas y equipos de trasplante.
En esta red de personas que hace posible cada proceso de donación, hay un actor que por su posicionamiento estratégico tiene un rol clave: la comunidad hospitalaria.
El hospital es la institución sanitaria que garantiza la posibilidad real de trasplante a partir de su capacidad de generar donantes de órganos y tejidos. La clave está en el compromiso institucional.
Por este motivo el INCUCAI / CUDAIO convocan y ayudan a los establecimientos sanitarios y a todo el equipo de salud a incorporar la procuración como una actividad asistencial propia; entendiendo la labor como responsabilidad de la institución en su conjunto.
Partiendo del precepto básico de que sin donación no hay trasplante y de que se necesita incrementar la procuración de órganos y tejidos para dar respuesta a la creciente lista de espera, el INCUCAI y los organismos jurisdiccionales convocan a la comunidad hospitalaria a sumarse activamente, a través de la implementación de programas que tienen el objetivo de disminuir los tiempos de las listas de espera, optimizar la calidad del proceso y la utilización de los órganos donados.
El Sistema de Procuración en Argentina está compuesto por múltiples instituciones que trabajan articuladamente para completar el proceso desde la donación al trasplante.
El sistema surge como una responsabilidad del ámbito de la salud para dar respuesta a un problema sanitario concreto: los miles de pacientes que necesitan un trasplante de órganos o tejidos para tratar su enfermedad.
Por este motivo, el INCUCAI, autoridad nacional responsable, y los 24 Organismos Provinciales de ablación e implante, forman parte de las estructuras de la salud pública nacional y provincial y trabajan en articulación con los hospitales públicos y privados de distintos niveles de complejidad de todo el país y los centros de trasplante de órganos y tejidos habilitados.
Estrategias y programas
La actividad de procuración de órganos comenzó a fines de la década del 70, con un modelo de organización extrahospitalaria en los programas institucionales de procuración. Pero la necesidad de hacer frente al aumento de los pacientes en lista de espera generó un cambio cualitativo en la estrategia nacional.
Desde 2003, el Programa Federal de Procuración de Órganos y Tejidos plantea la procuración como una tarea médico-asistencial ubicada dentro de la organización intrahospitalaria, que se suma a las acciones propias de los establecimientos sanitarios.
En esta línea, se implementa la figura del coordinador hospitalario de trasplante, profesional perteneciente a la institución de salud y responsable de la actividad de procuración en su lugar de trabajo, a través del seguimiento de subprogramas de garantía de calidad del proceso. En la mayoría de los casos, este rol es desempeñado por médicos intensivistas, aunque también abarca enfermeros, técnicos en neurofisiología y psicólogos.
La implementación del programa incluyó un subprograma, adoptado como herramienta de gestión: el Sub-Programa de Garantía de Calidad en el proceso de procuración de órganos.
Como resultado de la implementación del Programa Federal de Procuración se logró un crecimiento de los trasplantes en nuestro país y la actividad de procuración alcanzó los mayores índices de donantes por millón de habitantes posicionando a la República Argentina entre los primeros lugares en América Latina.
Sin embargo, entendiendo la necesidad de continuar un crecimiento más acelerado de la actividad de procuración y considerando que en el mundo, los modelos exitosos son los que han logrado incorporar esta actividad a los objetivos de las instituciones sanitarias, e incorporan la actividad de procuración a sus tareas asistenciales habituales, se plantean la Estrategia Hospital Donante, que incorpora estos objetivos, y que se ve plasmada en la Resolución 229/13. Y para optimizar la estrategia teniendo en cuenta los logros alcanzados, en 2016 surge el Programa Nacional de Atención Integrada del Paciente Crítico y Potencial Donante aprobado por la resolución 194/16 del INCUCAI.