incremento stafe

 

Las cifras alcanzadas en estos dos últimos años en relación a la donación de órganos y tejidos demuestran un incremento de la tendencia hacia la donación de parte de la sociedad santafesina. En el año 2012 la donación de órganos y tejidos alcanzó la cantidad histórica de 50 donantes y en 2013 la cifra ascendió a 52.

Junto con los importantes avances que se registran a nivel hospitalario, donde la implementación de la estrategia Hospital Donante de Incucai redundó en el incremento de las donaciones, resulta necesario destacar el papel que cumple la comunidad en este aspecto puntual de la salud pública.

En términos generales, crece la conciencia de que el trasplante no puede resolverse solamente con lo que la ciencia desarrolla en laboratorios, sino que para realizar un procedimiento quirúrgico de estas características se depende exclusivamente de lo que un ser humano puede darle a otro. Y en gran medida, la donación de órganos se realiza con personas que fallecen.

En este sentido, son cada vez más los familiares que, en los procesos de donación, expresan que el donante había manifestado en vida su voluntad de donar sus órganos, que había sido en vida una persona solidaria y que eso se reflejaba en el acto de la donación.

Donante presunto
Una información muy difundida en la comunidad es la vigencia de la Ley de Trasplante, dentro de la cual se encuentra el artículo 19 bis, en el cual aparece la figura del «donante presunto». En este sentido, la Ley establece que se podrá considerar donante a toda persona mayor de 18 años que no haya expresado lo contrario.

Este aspecto de la Ley representa un cambio sustancial con respecto al paradigma de trabajo previo al artículo 19, ya que previamente era la familia quien decidía la suerte del donante al momento del fallecimiento de su ser querido. En la actualidad, en cambio, lo clave es determinar si el potencial donante manifestó en vida su oposición a la donación. De no ser así, se lo puede considerar donante, es decir que se presume que no era contrario a la donación. En este sentido, la familia tiene el rol de «ratificar» la voluntad del fallecido y no el de «decidir» sobre su suerte.

Sumado a esto, la posibilidad de ablación y el trasplante dependen de cuestiones mucho más complejas. En nuestra provincia hay más de 500 personas que necesitan un órgano para mejorar su calidad de vida, o bien para seguir viviendo, y a esto se le suma que de la totalidad de personas fallecidas son muy pocas las que presentan condiciones para la donación (una de 100 aproximadamente). Estas cifras indican que una persona tiene muchas más posibilidades de necesitar un trasplante a lo largo de su vida que de ser un donante de órganos.

Desde el CUDAIO
En la población santafesina se constata año tras año una mayor conciencia sobre el tema
En las elecciones nacionales de octubre del año pasado, de nueve provincias que participaron en las sedes electorales ofreciendo actas de manifestación de voluntad, de las 16.500 que se registraron, más de 9.500 fueron de nuestra provincia.

Tal como señaló el Director de CUDAIO, Dr. Pablo Maidana, «esto se fue construyendo lentamente, con mucho esfuerzo de parte de algunas organizaciones y personas que han sido muy persistentes a lo largo del tiempo».
En la actualidad, las acciones de promoción que lleva adelante el CUDAIO junto a ONGs y colaboradores en toda la provincia encuentran en la comunidad, especialmente en la juventud, una receptividad alentadora.
«Finalmente, nuestra sociedad está empezando a comprender que este aspecto de la salud tiene un componente fundamental, que es el compromiso social, ya que sin donantes no hay trasplantes», finalizó.